La ergonomía laboral, el pilar de la productividad

Si sentimos que nuestras jornadas laborales son demasiado agotadoras, es probable que se deba a que el espacio donde desarrollamos nuestras actividades no cuenta con los principios y características que dicta la ergonomía laboral.

¿De qué se trata este concepto? También conocido como ergonomía aplicada al lugar de trabajo, consiste en, justamente, hacer posible que el espacio laboral, las herramientas y las tareas coincidan con las características fisiológicas, anatómicas y psicológicas del empleado. Esto, con el fin de que pueda realizar sus labores en un ambiente que contribuya a su bienestar y su salud tanto física como mental.

De esa forma, se busca que el empleado no llegue fatigado al final de su horario de trabajo, y que, a su vez, no decaiga en productividad.

Pero, para ello, es preciso aplicar un buen plan de ergonomía laboral que hagan que las 48 horas que pasamos en nuestro centro de labores semanalmente, no nos quite toda la energía ni nos cause lesiones de ningún tipo.

¿Cómo aplicar de forma correcta la ergonomía laboral?

Primero, debemos tener presente que la ergonomía aplicada al lugar de trabajo tiene por objetivo evitar daños a la salud del empleado.

Bajo esa premisa, los expertos distinguen tres aspectos fundamentales donde se debe aplicar la ergonomía en el centro de labores:

La ergonomía ambiental, que consiste en hacer posible que el ambiente sonoro, visual y la temperatura de una oficina, fábrica o cualquier centro de trabajo, tenga las condiciones adecuadas para el trabajador.

Asimismo, la ergonomía física, encargada de diseñar el puesto, los equipos y la carga física del trabajo en concordancia con la preservación de la salud del colaborador.

Y, la ergonomía temporal, referente al establecimiento de horarios, turnos, descanso activo y ritmos de la jornada laboral.

Principales problemas que acarrea una mala ergonomía en el lugar de trabajo

De no tener en cuenta las consideraciones anteriores, es posible que nos veamos expuestos a los siguientes problemas ergonómicos típicos del trabajo.

• Lesiones músculo-esqueléticas en hombros, cuello, manos y muñecas.
• Problemas circulatorios.
• Problemas de columna, que pueden llegar a convertirse en graves y crónicos.
• Síndrome de túnel carpiano.
• Dolores de cuellos y espalda.
• Dolores de cabezas episódicos o crónicos.
• Molestar o dolores en hombros y piernas.
• Problemas de visión

No obstante, debemos saber que en PulsoSalud encontraremos al mejor aliado para hacer frente a este tipo de problemas y, sobre todo prevenirlos.

De hecho, PulsoSalud pone a nuestra disposición su experimentado staff de médicos y especialistas que se encargaran de proteger y mantener la salud de los colaboradores de manera profesional y dedicada, a través de exámenes médicos, programas de gestión de riesgos y prevención, y unidades médicas empresariales.

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